¿Tienes la tendencia a morderte las uñas y piensas que estas conductas repetitivas son debido al nerviosismo o ansiedad? Pues estás equivocado.
Estos gestos feos son signos de perfeccionismo. Es lo que ha revelado un estudio reciente realizado por Kieron O'Connor, profesor de la Universidad de Montreal. Para ello, O'connor reunió a 48 personas, incluyendo 50% que sufren de estas conductas repetitivas. Cada persona ha sido sometida a situaciones diseñadas para crear una sensación de estrés, frustración, de aburrimiento o relajación.
¿Conclusión? Los participantes que sufren de comportamientos repetitivos mostraron un verdadero deseo de comenzar cuando estaban en situaciones de aburrimiento o frustración, pero no en la fase de relajación, lo que demuestra que el estrés no es sensación responsable estos gestos.
Entrevistado por los medios de comunicación, el profesor O'Connor explica que "las personas que expresan comportamientos repetitivos tienden a ser perfeccionistas, es decir, no son capaces de relajarse y conseguir un lugar a un ritmo normal", y añadió: "son las personas más impacientes e insatisfechas con no ser capaz de alcanzar sus metas; son propensas a aburrirse más".